La matrícula de La Rioja

Sr. Director:

Por la presente quiero agradecer la publicación de mi anterior carta en su periódico del día 21-4-92 y volver a insistir en lo expuesto en ella.

Defendiendo la matrícula LR para La Rioja, en vez de LO, me encuentro con gente que me dice que es una “chorrada”, que no tiene sentido; curiosamente gente de Logroño y no del resto de la Rioja. ¡Y digo yo!: Si no lo tiene, ¿qué sentido tienen los demás símbolos que hemos creado para refirmar nuestra identidad?: escudo, bandera, cambio de nombre a la provincia, configurarnos como una autonomía más, etc.

Pienso que mucho, así pues, insisto en pedir a nuestro Gobierno regional que se moje en algo tan sencillo y barato, en contraste con otros gastos excesivos, de dudosa necesidad, que nuestras administraciones públicas no cesan de aumentar. Creo que tal cambio es un acto de justicia con el resto de ciudades y pueblos de La Rioja, que no se identifican con Logroño, y que representan a la mitad de la población riojana.

Por ello invito a todos los municipios riojanos a presentar y aprobar mociones solicitando el cambio de las matrículas, y transmitir dichos acuerdos al Gobierno regional y al central. El cambio técnicamente debe se fácil, cuando ya se ha hecho en la Provincia de Gerona y las siglas GI se empiezan a ver por las carreteras.

Los vehículos de nueva matriculación saldrían con la nueva placa LR y los antiguos dejarlo a criterio de sus propietarios hasta la ITV, en que se podría obligar al cambio con cargo a la Administración. Insisto que es un gasto mínimo comparado con otros muchos que posee la Administración.

Resumiendo, Logroño no es La Rioja, sólo parte de ella. LR son sus siglas, no LO. ¡Cambiemos las matrículas!

Atentamente


Carta al Director del Diario La Rioja  publicada el 1l-8-1994.  Como se ve hubo una anterior, abril de 1992, pero no la conservo. Enviada también al Presidente del Gobierno de La Rioja, Alcaldes de los 174 municipios riojanos, principales partidos políticos y asociaciones. La campaña no tuvo eco alguno, quedó sólo en el envío de las cartas y la publicación en el Diario La Rioja. Las matrículas perdieron sus siglas provinciales en favor de un único modelo para toda España.