La fiesta de los toros II

Ir contra la cultura ancestral de un pueblo es complicado pero... si no hubiese habido alguien que se rebelara en su momento contra las injusticias más arraigadas en la cultura de los pueblos, hoy veríamos normal, entre otras, la esclavitud. Nadie duda actualmente de la sinrazón de la misma. Nadie duda de que enfrentar a un hombre contra otro en la arena del circo en una lucha a muerte, ejemplo los gladiadores en la Roma Antigua, es un acto cruel y anacrónico. 

¿Por qué no podemos extender este pensamiento al enfrentamiento entre hombre y animales? Ya somos muchos los que definimos como barbarie estas prácticas. Seguro que con el tiempo seremos una gran mayoría y entonces se podrán eliminar. Generaciones futuras echaran la vista atrás y se desmarcaran de lo que hoy es habitual: la tortura animal. Echaran la vista atrás y verán como adelantados a su tiempo a aquellos que hoy promovemos su supresión y en concreto la de la ¿Fiesta…? Nacional de los Toros.

Mientras tanto debemos pensar que no todo el mundo lo entiende así y que la convivencia entre las personas es importante. Toda acción encaminada a la abolición de las corridas de toros debe ir impregnada de un carácter altamente didáctico, totalmente no violento y con visión de futuro, sin, por ello renunciar a que pueda ser hoy mismo.

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