Gracias






GRACIAS 

Como cada año toca dar las gracias a quienes han invertido un poco de su tiempo para felicitarme por mi cumpleaños; 55 años, como dice un amigo, ya estoy en la cara B del disco.

Unos lo habéis hecho por Facebook ―¡qué chivato!―, Messenger o Whatsapp, otros habéis telefoneado y hay quien se ha acercado a darme físicamente esos abrazos o besos que los primeros dais de manera virtual.

Gracias a la familia, núcleo del amor primero y más auténtico. ¡Padres y hermanas, cuanto os debo!

Gracias a mi hija Marta por darme la primera alegría aquel julio de 1993 y por otras muchas; la principal, seguir a mi lado a pesar de aquella decisión difícil de cuando tenías 4 añitos. Gracias por recibir con agrado mis enseñanzas y por enseñarme lo que solo una hija puede dar a un padre. 

Gracias a Marian por haberme dado esta hija y por esos años vividos y disfrutados y porque a pesar de errores mutuos, no es que nos respetemos, sino que nos queremos, aunque sea de manera diferente a esa época. Orgulloso estoy de que seamos un buen exmatrimonio.

Gracias a los viejos amigos, por los viejos tiempos y por estar ahí; a los que se han ido un recuerdo imborrable, y los que he alejado de mi vida por razones obvias, gracias por mostrarme el camino que no quiero andar.

Gracias también a los nuevos amigos por los nuevos tiempos y por estar ahí, gracias por ese camino juntos.

Gracias a los compañeros de trabajo presentes y pasados por no ser meros «coincidentes laborales». A estos últimos [                                                         ].

Gracias a los compañeros de partido. El Partido Riojano ha supuesto la canalización de mis ansias ideológicas. 

Gracias, incluso, a compañeros y amigos de otros partidos por el debate y la clarificación de ideas aportada.

Gracias a los rivales por el estímulo que suponen para seguir caminando. Algunos lo ponéis facil mostrando de manera diáfana cual es el ejemplo a  no tomar en cuenta.

Gracias al P. Knörr por sus enseñanzas, no tanto académicas, que también, sino por las humanas,  amor a la naturaleza y al ser humano.

Gracias a poetas y escritores por su obra literaria que me ha enseñado, entretenido  y animado en horas bajas. 

Gracias a compositores y cantantes por todas esas canciones que han puesto banda sonora a mi vida, por las mismas razones.

Gracias a los árboles de Logroño (y por extensión a toda la naturaleza) por los beneficios que nos aportan, sombra, frescura, oxígeno… a pesar de su desafortunada gestión por la concejalía.

Gracias a Pingo por 19 años de buena compañía.

Gracias al Conde de Fisherman por permitirme compartir experiencias.

Gracias a Layla por permitirme viajar con ella.

«Gracias a la vida que me ha dado tanto...»

Ignacio Achútegui Conde
Logroño, 3 de septiembre de 2019


Comentarios

Publicar un comentario