Vinea: La metamorfosis de Iván
Vinea:
la «metamorfosis» de
Iván
Una
mentira repetida mil veces se convierte en verdad
Atribuido a Göbbels
A
la muerte de Franco en 1975, la derecha española se organizó mayoritariamente
en torno a Alianza Popular, partido fundado por el ministro del régimen Manuel
Fraga Iribarne. Bien es cierto, que otras derechas, los ultraderechistas de
Fuerza Nueva, las diversas facciones de la Falange, y otros partidos aún más
minoritarios mantuvieron la independencia de sus siglas y no se integraron en
el proyecto mimetizado de Fraga. Consciente del rechazo de la inmensa mayoría
del pueblo español a la continuidad del franquismo, Fraga se vistió de
demócrata y cambió su apariencia política para que en la medida de lo posible
todo siguiera igual. Dentro de AP, se refugiaron todos los franquistas (hoy
llamados ultraderechistas) que no tuvieron la arrogancia de seguir
manifestándose claramente en toda su esencia. Nunca tuvo buenos resultados, por
ello Fraga, tras reconvertir AP en PP, cede su poder a José María Aznar. A
Aznar no se le dan bien las elecciones hasta que vira hacia el espacio de
centro en una sagaz maniobra. Una vez ganadas las elecciones, todos conocemos
la acción de gobierno derechona bajo su mandato. El segundo mimetismo había
logrado su propósito.
En
AP convivieron, sin traumas ni complejos, derechistas y ultraderechistas hasta que
esa ultraderecha nostálgica de la dictadura se escinde en 2013 para fundar VOX,
un partido de corte ultranacionalista, ultracatólico, neoliberal, populista y nativista
con clarísimos sesgos racistas. Contrario a la España de las Autonomías que
proclama nuestra constitución, su ideario incluye antifeminismo, homofobia,
negacionismo del cambio climático y demás retahíla de despropósitos
antisociales.
En
esta tesitura carpetovetónica, se funda Vox Calahorra que es presentado en
enero de 2019 por sus principales promotores, entre los que se hallan Iván
Herrero Sanz, Fernando Martínez Soldevilla, Maite Calvo Murugarren. En internet
se pueden ver diversas imágenes y vídeos de tal presentación y constatar el entusiasmo
por ganar las elecciones con que se expresa Iván Herrero, que proveniente del PP (llegó a ir
como suplente en sus listas electorales), se erige en coordinador local de Vox
Calahorra. Esos nombres son los que encabezan,
ese mismo año, la candidatura ultra al ayuntamiento de Calahorra, pero en un
acto de autoridad y control desde la dirección nacional de Vox se anula la
candidatura y se impone otra. Los defenestrados abandonan Vox en ese abril de
2019.
Estos nombres son exactamente los
mismos de quienes en septiembre fundan Vinea tras una conversión reveladora al
mejor estilo de San Pablo de camino a Damasco. La brillante luz de la
democracia iluminará y provocará la caída del caballo de Iván que ―tras
un presumible golpe en la cabeza― abrazará la idea del regionalismo.
Cinco meses habrán bastado; simplemente cinco meses, para tratar de esconder su
ideología ultra y presentarse como adalid de un nuevo regionalismo de «centroderecha»
según sus primeras declaraciones como secretario general de Vinea.
Posteriormente en un nuevo alarde mimetizador, se nombrarán ni «izquierda
ni de derecha, solo riojanos».
Tras esta nueva ocultación de su «vera»
esencia han logrado cierta mínima base de afiliación o simpatizantes para
presentarse a distintas elecciones locales y autonómicas con exiguos
resultados. No tengo claro si funcionan como partido político al uso o como
agrupación de electores, pero esta circunstancia no cambia nada, ni su
ideología ni sus prácticas políticas, pero no me cabe duda de que detrás de la
operación de blanqueo encontramos al mismo fascismo de siempre.
He de hacer un inciso en este
relato para manifestar que, lógicamente, creo que a ciencia cierta en Vinea se
encuentran personas ajenas a este cambalache ideológico y que de buena fe
participan para trabajar por su pueblo o por La Rioja. Aunque conozco de buena
tinta algunos nombres que ante el autoritarismo y la charlatanería de su
secretario general han reculado abandonando la formación.
La pirueta no sería completa si,
tras dos legislaturas de manifiesta y recurrente inquina contra el regionalismo
histórico que representa el Partido Riojano y tras la constatación de los
escasos resultados electorales de Vinea, no pretendiesen integrarse en el PR. Y
es exactamente lo que ha ocurrido: la dirección de Vinea ha mantenido
conversaciones para tratar la fusión de ambos partidos.
El proyecto ha encontrado oposición
entre las bases del PR y entre numerosos miembros de su Comisión Permanente y
su Consejo Ejecutivo. Descartada por ello la fusión, el nuevo planteamiento de
la recién Presidenta en funciones del PR es la «integración» por
medio de la afiliación individual en nuestro partido. Esta apertura de «puertas
y ventanas» está siendo fuertemente contestada por miembros destacados del
Partido Riojano.
No podemos quedarnos de brazos
cruzados cuando se ignoran las líneas rojas de la democracia y se trasgreden
los valores democráticos que han hecho del PR un partido coherente y comprometido
con el progreso social de La Rioja y los riojanos. No en vano su fundación hace
casi cuarenta y tres años fue bajo la denominación Partido Riojano Progresista
que, hace años se simplificó a Partido Riojano por motivos de marketing y por mayor identificación social
con su ámbito territorial, sin embargo, en su ideario y sus estatutos prevalece
la defensa de lo social como ADN de nuestro partido.
No puedo siquiera imaginar que ―tras
la eventual incorporación de estos elementos ultras blanqueados― llegado el
momento de una defensa en un ayuntamiento o en el parlamento de una política
progresista en defensa de la mujer, en contra de la violencia de género, en
contra de la xenofobia, medidas contra el cambio climático u otros asuntos,
pudieran votar en un tono involucionista acorde a su «veraz» ideología.
No podemos callar cuando la posible
integración en el PR de los concejales de Vinea en Cervera suponga un nuevo
caso de transfuguismo si no llegan a entregar su acta municipal. Desde el PR
siempre hemos defendido una política leal al sentir ciudadano, que nos ha
llevado a condenar todo y cada uno de los transfuguismos en La Rioja.
Resumiendo, no podemos permitir que la
metamorfosis ―mimetismo o camuflaje diría yo― de Iván y sus acólitos nos engañe
y le permitamos apoderarse de un partido democrático surgido por y para la
democracia, y por y para el progreso social de la ciudadanía riojana. Por ello
y ante la inminencia del próximo Congreso del PR manifiesto cual es y ha de ser
mi postura: defenderé en todo momento y hasta el final la no incorporación de
tales individuos; caso de no poder evitarlo, abandonaré el partido por
coherencia y lealtad a los valores que se establecen en el ideario y los
estatutos y que consideraré ultrajados.
A la ultraderecha se le hace frente, no se la blanquea.
Logroño, 8
de septiembre de 2025
Ignacio Achútegui Conde
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