Palestina, nuevos retos

El Estado Palestino ha sido admitido como miembro observador ante la ONU. Es un gran paso hacia el reconocimiento oficial y total del mismo. Pero el gran reto del pueblo palestino es dotarse de unas instituciones fuertes que detraigan la violencia, el terrorismo y la impunidad con que los señores de la guerra dirigen el país.

El error ha sido considerar a Israel como único enemigo ─que hasta ahora lo ha sido─ y no considerar a Hamas y sus secuaces como el enemigo interno. Esta nueva nación ─Palestina─ debe apartarse de la violencia terrorista si quiere ganarse el respeto de la comunidad internacional y sobre todo si quiere convivir en paz con el vecino Israel.

Recordaremos que el Estado de Israel se fundó sobre unas resoluciones de la ONU (no sé con qué derecho) y además sobre la base de una lucha terrorista abierta contra el dominio inglés y, posteriormente, un terrorismo de estado contra el pueblo palestino de una manera más o menos encubierta en el pasado y... de manera totalmente clara y sin reparos en la actualidad y con el beneplácito de los EEUU. Derribando viviendas con sus moradores dentro, ocupando territorios echando a sus propietarios, asesinando líderes, masacrando población civil… Esta política ha traído la consolidación del estado judío, ¡sí! Pero también y el odio perpetuo del mundo árabe hacia Israel.

Si Palestina pretende consolidarse, no debe seguir más por esa senda; debe dejar atrás el pasado y desmarcarse del modelo israelí. Un pueblo que tantas injusticias ha sufrido, muchas con la artera complacencia de las naciones (que no nación) árabes, debe considerar ser su vanguardia creando un estado moderno, y respetuoso con los valores democráticos.

Debe ser un ejemplo a seguir por los países árabes, inmersos muchos de ellos en un proceso de lucha por las libertades.

Debe convertirse en adalid de los derechos que con tanta contundencia les han sido negados.

Debe dotarse de una democracia real, efectiva con toda la luz, sin sombras.

Sólo así se conseguiría, no ya el reconocimiento, sino la simpatía y amistad de las naciones democráticas y poder avanzar hacia la paz y a través de ella salir de la indigencia actual. Sin paz no hay progreso.

"No hay camino para la paz, la paz es el camino" (Mahatma Gandhi).

Os dejo un enlace sobre un pequeño pueblo donde se cultiva la convivencia entre israelíes y palestinos: Neve Shalom / Wahat al-Salam