Sí se puede proclamar la república


La abdicación del rey ha reabierto el debate sobre el sistema de gobierno de España: monarquía o república. Partidarios de la república salen a la calle para exigir un referéndum sobre la cuestión, mientras que monárquicos se amparan en la constitución para rechazarlo.

En efecto, la constitución, proclama a España como una monarquía. Está claro que el sistema actual ha sido refrendado por la mayoría, ¡es legítimo! Pero podemos desear un cambio, que la ley permite aunque lo dificulta: la constitución está cuasi blindada.

Todo cambio debe ser de la ley a la ley, suena esto, ¿no? El artículo 92 establece que «las decisiones políticas de especial transcendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos.» Por tanto es legítimo reclamar ese referéndum. En caso de producirse y ganar la opción republicana, el gobierno debería atender la demanda de la ciudadanía, a pesar de ser consultivo, y promover la reforma constitucional de manera pertinente

La reforma del texto en lo concerniente a la monarquía requiere de tres pasos que la propia constitución en su artículo 168 deja bien claro:
  1. Aprobación del nuevo texto por dos tercios de cada cámara, Congreso y Senado y disolución de las Cortes.
  2. Elecciones generales y ratificación por dos tercios de ambas cámaras.
  3. Aprobación por la ciudadanía mediante referéndum.
Un presidente de república puede ser tan eficaz, ¡o no!, como un rey. Lo que no puede ser es que en pleno siglo XXI un cargo público, el jefe de Estado lo es, se herede teniendo en cuenta no sé derechos dinásticos de los tiempos de Maricastaña.

El color de la bandera debería ser indiferente. De hecho, bien podría ser mantener la bandera y cambiar el actual escudo por la alegoría de la República que muestra una dama ataviada al estilo romano con la tricolor y un león. Lo esencial es reformar esta burda partitocracia de modo que las Cortes sean la verdadera expresión de la soberanía del pueblo y no el sucedáneo actual. La solución de los males de España no pasa por la disyuntiva república o monarquía. Una monarquía constitucional puede ser tan buena como una república, o tan mala; y viceversa. Pueden tener ambas igual nivel democrático. ¿Igual? No del todo, un pequeño detalle: los cargos públicos no deben ser hereditarios sino electos. Las repúblicas españolas fallaron, ¿en todo? ¿por culpa de...? También han fallado las distintas monarquías incluida la actual. Por cierto los peores reyes de España: Fernando VII, Isabel II, Alfonso XIII, eran Borbones.

Juan Carlos, nombrado por el dictador, decidió renunciar a los poderes absolutos y traer la democracia. Su cargo fue ratificado al votar la constitución. Agradecido, le he profesado un respeto y cariño que no debo a Felipe. Es el momento de revisar el modelo de estado. La república es necesaria por higiene democrática.

¡El rey ha abdicado! ¡Abajo el rey!

Por cierto interesante la figura de María Castiñeira que se enfrentó al poder eclesiástico y al rey, en Lugo en el siglo XIV.

¡Salud y república!

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