Los laicos también pedimos respeto






Los laicos también pedimos respeto

Este es un debate antiguo que no gastado.

Que un legionario u otro soldado creyente puedan estar cerca de las imágenes que representan a su Dios es evidente, como también pueden un fontanero, un camarero... No se trata de negar un derecho fundamental como es tener una religión.

Se trata de que un funcionario público no puede (está visto que sí), no debe distraer unos recursos materiales y económicos que son de todos los españoles en adorar un dios que no es el de todos los españoles.

En los últimos estudios del CIS se dice que un 70% de los españoles se declaran católicos, aunque solo un 14% va a misa con la regularidad que esta religión prescribe. A la vista, pienso que las procesiones tienen para muchos grandes dosis de folclore y tradición, como el ir a misa el día del patrón del pueblo, a la que acuden con normalidad gente que no cree en lo que ello significa, y así lo demuestra todo el año.

Se trata de que un soldado, su uniforme, su armamento, su preparación y disponibilidad, estan para defender, entre otras muchas cosas importantes, la aconfesionalidad del estado. Están para defendernos de quienes pretenden imponernos su religión (tan solo un pretexto, siempre lo fue, en realidad quieren tomar el poder).

Los tiempos de obligación religiosa caducaron (o debieron caducar) en 1978 y cada cual puede adorar o no al dios que le plazca, pero fuera de sus horas de trabajo, y sin utilización de medios que son de todos los españoles, creyentes de distintas religiones, agnósticos, apateístas, o ateos.

Los legionarios cristianos pueden y deben rendir honores a Cristo, pero de paisano y a título personal como cualquier otro.

Esta es la VERDADERA LIBERTAD RELIGIOSA y no la que ellos exigen vistiendo el uniforme.


Comentario mío al siguiente artículo Los laicos también pedimos respeto por Elisa Beni

Ignacio Achútegui Conde
Logroño, 27 de marzo de 2016

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