Despedida para un funeral
Despedida
para un funeral
[Texto
entre corchetes, fruto de la improvisación, extraído del vídeo. Con lo que la extensión inicial se me fue
al doble]
[INTRO]
[Muchas
gracias a todos, no sabéis lo que significa para mí que estéis hoy aquí y, bueno,
pues el Clásico ha sido siempre un referente en la amistad, en la cultura y
bueno, pues, yo convoqué a los amigos y… me dijeron todos que sí, de hecho iba
a pasar lista. Podéis contestar servidor para servir a Dios y a España. Sole
servidora; Belén; Gerardo; Fernando; Maite; Feli; Floren… ¡No os oigo decir
presente para servir a Dios y a España!
¡Vale!
Bueno, pues, ¿Qué es de una despedida oficial si no hay un discurso? Lo siento,
me vais a tener que escuchar porque,
porqueeee haaa…, no sé…, ha dicho
en el poema que a mí me escuchabais. Pues me vais a tener que escuchar.
Bueno,
pues “Despedida para un Funeral”.
¡Joer!,
si tengo gente en la calle, dándoles la espalda].
DISCURSO
Buenas
noches, amigos. Hace nueve años el Café Clásico abrió sus puertas con una
fiesta, ¡mucha ilusión!. Nueve años subiendo y bajando la persiana, que hoy
definitivamente y con la ilusión perdida bajaré para no subirla más.
Hoy
estamos aquí un montón de amigos…, [os
veo, os he citado a más de uno, Txus… ―me he quedado en blanco― Linda, José,
Miguel, Ana…Hoy estamos aquí un montón de amigos], a unos ya los trajimos puestos,
venían de serie; otros los hemos ido haciendo día a día. En el Clásico se ha
ofertado buen café, [buen
café, sí]; buen vino; mejores pinchos [Maite,
buenos pinchos, ¡sí señor!]; buena amistad; se ha exaltado la amistad, se ha
brindado siempre por ella.
Han
sido años de compartir momentos inolvidables, alegres la mayor parte. Hemos
sabido de vuestras alegrías, cumpleaños, amores, nacimientos…También penas. En
estos años la música nos ha acompañado poniendo la banda sonora del Clásico.
Hemos tenido canción de autor, mariachi [Germán],
lírica, pop-rock, [tendremos
Pop, hemos tenido Pop-Rock de la mano, con la voz de Txus, bueno la guitarra de
Txus, el cajón de Jorge y la voz de Belén. Vamos a tener blues-rock con Malauva dentro
de un rato, con mis amigos…, mis amigos Alberto y Ricardo], rock acústico, música celta [recuerdo la víspera de Nochebuena,
maravilloso, genuino],
canción humorística, flamenco, tango, bolero, zamba, milonga, bossanova,
chachachá… además de otras artes tales como drag show, magia, monólogos, fotografía
con la mujer por tema [la
mujer siempre es un tema que me ronda, je, je], exposición de cachavas, poesía del
siglo de oro y poesía actual, cuentacuentos, cuentamiedos, pase de diapositivas
del Logroño antiguo, disfraces, incluso un relato erótico teatralizado [que mi
amigo Javier tuvo la gentileza de leer, y que… ¡bueno!, hoy no está aquí, no
habrá podido venir… y que un tal Fisherman
escribió].
Con
todo, el Café Clásico se abrió un hueco en la movida cultural de Logroño,
siendo reseñadas nuestras actividades en los diarios locales y agendas de ocio
cultural de internet. En muy poquito tiempo todo Logroño supo de este pequeño
rincón lleno de cultura y logroñesismo, conceptos muy unidos desde siempre. [Logroño
es la ciudad de la cultura. Por cierto, me parece recordar que Logroño fue
primera ciudad cultural de España].
Hemos
defendido y promocionado el encuentro entre la Naturaleza y la Danza [Perfecto,
ya te has marchado, pero… ¡eso!: hemos defendido y promocionado el encuentro
entre la Naturaleza y la Danza], concretado con la plantación de un nogal y un
tejo en el único Bosque de la Danza que se puede encontrar en España, [que os
invito a verlo] y que se halla aquí, en el Parque de la Ribera. Hemos llorado y
gritado en los periódicos y en facebook cuando nuestros árboles han sido ASESINADOS
! por extrañas órdenes del irresponsable concejal de medio ambiente. [¡Qué
sería del Clásico y de mí si no fuésemos reivindicativos!]
Cuando
la crisis, esa que no se quería reconocer, abrimos un refugio a la esperanza, y
hoy esa crisis, ya reconocida e incluso dada por superada (eso dicen…) es la
que me lleva a tomar la decisión de apagar por última vez las luces al final de
la jornada, para no volverlas a encender.
Quiero
dar las gracias a todos por habernos acompañado en este camino. Como nombrar a
todos lo haría muy largo y complicado pues podría dejarme a alguien y sería
imperdonable, lo haré por grupos.
Quiero
dar las gracias a aquellos que apoyaron la idea del Café Clásico, esa idea que
nos llevó a sacar financiación [de donde
no la había,] de donde solo se nos ponían trabas, al principio, y que con tesón
y convicción logramos superar. [Nueve años hace ya de eso, ¡diez! Estuvimos un
año negociando la financiación].
Gracias
también a todos los clientes, ¡amigos ya! la mayoría [¡todos, la mayoría de
ellos, clientes amigos!]. Gracias a los proveedores que en tiempos difíciles,
apostaron contra todo pronóstico por nosotros y que en aquellos meses de enfermedad [largos
meses] tuvieron buena paciencia [conmigo]. Gracias a todo el personal que ha
trabajado con nosotros dejándose el alma. [Gracias a Cris que hoy está aquí
dándolo todo, solo por…, solo por… por acompañarme. Ha sido mi apoyo estos últimos
cinco meses].
Gracias
a los amigos: los que trajimos [que decía antes]; los que nos encontramos; los
que se han marchado (por una u otra causa), pero mientras, permanecieron; y
gracias sobre todo a [todos] los que os habéis quedado. [¡A los que os habéis
quedado, muchas gracias!].
Gracias
a todos los que hoy estáis aquí, y gracias a quien realmente no pudo venir.

[Gracias a mi hija por ser, estar y ejercer.
Gracias a mis hermanas por, exactamente, las mismas razones. Gracias a mis
padres que me han «inculcao» la honestidad y el amor a la cultura. Gracias a mi abuelo…, a mis abuelos,
por todo, pero a mi abuelo, a mi abuelo Achútegui, por inculcarme el riojanismo].
Gracias
a Layla y Fisherman por sus andanzas. [Muchos ni sabéis quienes son, algún día
os lo cuento].
[Gracias
a todos los artistas que habéis pasado, Belén, Txus, Jorge, Floren, Ricardo…
los que estáis hoy aquí, otros han pasado y han dejado un grato recuerdo y no
están, no ha podido ser.] Gracias a todos los artistas que habéis pasado por
este rinconcito junto a la ventana, para compartir momentos únicos,
irrepetibles y por llevar el Café Clásico a los anales de la cultura logroñesa.
Algunos estáis hoy aquí, [ya os he citado], muy hermoso lo que nos ofreceis. Este
funeral no hubiese sido digno [este funeral] sin vuestro arte.

[Gracias
a quien ha creído en mi capacidad para reinventarme, todavía no ha llegado].
En
breve me formatearé y comenzaré de nuevo. [Mañana, alguien me lo ha dicho hoy,
pero ya estaba escrito. Mañana es el primer día del resto de mi vida. Con los
años he aprendido…, ya sé quien me lo ha dicho, ¡Belén, gracias Belén, cariño! Mañana
es el primer día del resto de mi vida, con los años…, porque me estoy haciendo
viejo que no mayor, ni tercera edad, ni joven, ni… ¡hostias! Un coche cuando se
hace viejo ¿qué es? Cuando pierde prestancia, cuando fallan cosas y cuando
tiene edad. Tengo edad, pierdo prestancia y fallan cosas. ¡Me estoy haciendo
viejo! (Alguien grita, «¡Un clásico»!) Un clásico…Mañana… Mi moto es una
clásica, mi moto tiene 27 años, se matriculó el 14 de abril, ¡Salud y
República!]

«Mi
oficio es retorcerle el cuello a la
pena, abrir una ventana en la fantasía,
para dormir a pierna suelta, me basta con tener para vino, pan y amistad».
Empezamos
nuestra singladura con una fiesta…, [muy buenas, Javi, gracias por venir. Empezamos
nuestra singladura con una fiesta], viajamos a través de tantas otras fiestas que
en el hundimiento de nuestro Titanic particular no podía faltar la música como
cuenta la leyenda que sucedió en aquel barco.
Empezamos
la aventura dos. Ya, por circunstancias, solo quedo yo. Gracias a Maite por su
trabajo, por toda su responsabilidad.
Bajaré
las luces…, [no voy a llorar, lo siento, me cuesta mucho llorar. He perdido
muchos amigos en el camino, y me cuesta llorar. Bueno igual lloro en privado,
je je] apagaré las máquinas, todos iréis abandonando la nave, cesará la banda
sonora echaré las cerraduras, la persiana. El Café Clásico habrá muerto.
Cuenta la leyenda…
Logroño, 7 de junio de 2019
Ignacio Achútegui Conde,
Conde de Fisherman,
o, simplemente…,
Nacho
[PD: disfrutad de la fiesta, esto se ha «acabao». Me retiro]
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