Sanidad Pública: Premio Princesa de Asturias 2020



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El año de 2020 será recordado en los libros de historia en todo el mundo como el año del coronavirus. Las cifras de contagio y de fallecimientos son escalofriantes. Un bichito, que sin la ayuda del microscopio no somos capaces de ver, ha resultado ser el gran enemigo a derrotar por todas las naciones del mundo. España no ha sido menos.

En nuestro país, el virus ha encontrado toda una red de resistencia que ha logrado frenar en gran medida su avance. La Sanidad Pública se ha revelado como la más eficaz arma en contra de la pandemia. Personal médico, de enfermería, administrativo, de ambulancias, de los centros logísticos del 112, personal de limpieza, vigilantes de seguridad… (imposible relacionar todos y cada uno de los puestos y áreas) que con el apoyo de las  Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de todas las administraciones del estado, autonómicas y locales, así como el de las Fuerzas Armadas, se han revelado como los eficaces engranajes de todo un sistema con vocación de servicio a la ciudadanía dispuestos a paliar los efectos de la pandemia, dispuestos a todo para salvar vidas. Su esfuerzo y dedicación ha superado con creces el deber exigido como se suele informar en términos militares. Sin ese notable esfuerzo, las cifras que tanto nos sobrecogen serían aún más trágicas.

Y lo han hecho a pesar de las carencias acumuladas en años de recortes en materia de salud por no querer prestar, nuestros gobernantes, la atención adecuada a los correspondientes presupuestos. No es de recibo que mientras la clase política percibe altos ingresos, la clase sanitaria vea menoscabada su funcionalidad, no por recortes salariales, que también, sino por merma de sus medios materiales.

Esta crisis sanitaria ha puesto de manifiesto la gran capacidad de respuesta de nuestro sistema universal de salud, celebrado como uno de los mejores de todo el mundo, y también como aún podría haber sido enormemente más eficaz si dispusiese de todos los medios que nuestro personal sanitario lleva tiempo exigiendo.

En muchas ocasiones la falta de medios se ha superado  con las ganas, el ingenio y la solidaridad de nuestros ángeles de la guarda. Los ciudadanos así lo hemos percibido, y en cada ciudad y pueblo de nuestro país hemos salido puntuales a aplaudir su buen hacer profesional y humano. En esta tarea de agradecer y apoyar a nuestro personal sanitario (en el más amplio sentido, incluyendo a todos esos otros puestos imprescindibles anejos a la actividad hospitalaria) nos hemos puesto de acuerdo mayores, jóvenes, hombres, mujeres, gentes del norte, del sur… por encima de cualquier ideología y religión. Nunca los españoles estuvimos, ni estaremos tan de acuerdo en algo. Es por ello que merece la pena aprovechar esta unidad para hacer algo de nuevo todos juntos.

Debemos  solicitar, exigir, que nunca más la inversión sanitaria sea menospreciada desde el gobierno de turno.

Exigir que ya en los Presupuestos Generales del Estado y de las Comunidades Autónomas para el año 2021 se contemplen  las revisiones al alza de las partidas correspondientes para que queden al nivel máximo alcanzado en ejercicios anteriores a los recortes incluyendo, por supuesto el IPC correspondiente a ese periodo.

Exigir por reforma legal, constitucional si cabe, que la actualización anual al alza sea preceptiva quedando expresamente prohibido cualquier recorte.

Asimismo se propone la concesión al colectivo sanitario del Premio Princesa de Asturias, en las categorías que se citan, como agradecimiento del pueblo español a su Sanidad Pública y a todo el personal de la misma:
  • Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica
  • Premio Princesa de Asturias de la Concordia

Y que su dotación económica sea dirigida al estudio para la consecución de la vacuna contra el corona virus en forma de donación al/los organismo/s científico/s correspondiente/s.

Por ello, te solicitamos a ti, ciudadano beneficiario, que apoyes con tu firma la presente solicitud para presentarla ante quien corresponda.


España, abril 2020


Fue un amigo, de quien partió la idea y me pidió que redactara la petición.  Lo hice al instante, pero me aclaró entonces que ya circulaba una petición de change'-org similar. Así que la nuestra quedó en el cajón.

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