Torturas e indulto
El estado de derecho se debe distinguir por la transparencia judicial y punitiva. Los miembros del aparato del estado deben distinguirse más si cabe en el cumplimiento de la ley. En especial los miembros de las distintas policías. Por ello se deben castigar sus delitos con mayor dureza que si de ciudadanos de a pie se tratase. El delito de torturas es uno de los más graves que puede cometer un policía -precisamente su excepcionalidad y su castigo marcan la diferencia entre democracia y dictadura- y debe ser condenado con todas las de la ley. Solicitar un indulto queda dentro de la ley según los supuestos que esta contemple; pero que, ante un caso así, sea el propio gobierno quien lo solicite, además de grosero e inoportuno resulta de poca eficacia democrática. ¿Qué confianza puede tener un pueblo si quienes están para servir al pueblo, se sirven de las leyes para su beneficio? ¿Cómo un pueblo va creer en su policía, si miembros de ella condenados por los jueces son perdonados ...