Nuestras Glosas Emilianenses
Extracto publicado en el reportaje de Jonás Sainz en Diario La Rioja Muy agradecido a Jonás por invitarme a colaborar |
SON RIOJANAS Y DEBEN SER DEVUELTAS
De la transcendencia documental de las Glosas Emilianenses ya se han ocupado anteriormente meritorios académicos de las disciplinas de la Historia y la Filología, tales como Manuel Gómez Moreno ―que en 1911 descubrió las Glosas en un viejo códice de San Millán custodiado en la Real Academia de la Historia―. Manuel Gómez se las envió a Ramón Menéndez Pidal ―que fue quien realmente entendió su relevancia patrimonial―. Siguieron después otros estudiosos: destacan los catedráticos y hermanos Claudio y Javier García Turza, que aún siguen sorprendiéndonos con sus valiosos descubrimientos en torno a ellas.
En mi modesta vocación, quisiera insistir en que: salieran de San Millán en 1821…, lo hiciesen en 1851 (como ahora afirma Javier García Turza), fue contra la voluntad de los monjes que habitaban el monasterio de Yuso. Las Glosas fueron escritas en Suso por un monje anónimo que pretendía hacer más fácil la lectura de los textos monacales transcribiendo el latín original a la lengua del pueblo, que no era otra que un incipiente riojano, dialecto del navarroaragonés; lejos de ser castellano, siquiera protocastellano como los hermanos Turza han explicado y documentado en múltiples ocasiones.
Son riojanas por su origen y por la lengua en que fueron escritas. Son riojanas y deben volver a San Millán de donde nunca debieron ser incautadas. Las Glosas suponen el más antiguo rastro de lo que hablaban esos pobladores de esta tierra que justo en esos mismos momentos (s. X-XI) iba cambiando su nombre, de reino de Nájera a La Rioja. Las Glosas tienen, por tanto, mucho que ver con el sentimiento de apego a una comunidad que siglos después sigue llamándose La Rioja y buscando su estrella en el firmamento nacional. Las Glosas enraízan con el hecho identitario riojano.
Las Glosas Emilianenses suponen el mayor bagaje cultural de La Rioja y nuestra mayor aportación al mundo hispanohablante.
Además, por causa de las Glosas, a los monasterios donde fueron escritas y custodiadas durante nueve siglos les fue otorgado por la Unesco la universal categoría de Patrimonio de la Humanidad. Me resulta curioso que 150.000 viajeros al año lleguen a San Millán y no se encuentren con el motivo de su viaje. Siguen secuestradas en Madrid en la RAH. Visiten, ustedes, una bodega, pero no caten sus vinos.
Este hecho contraviene las directrices de la propia Unesco en la Convención relativa a la protección de patrimonio mundial cultural y natural (París 1972), en su artículo 5, que pone de relieve la importancia de la integración entre los bienes y su contexto social; así como, en su Manual de gestión del patrimonio cultural mundial (2013) concebido para, entre otros aspectos, involucrar a la comunidad local otorgando «responsabilidad de gestión no solo a los profesionales que trabajan en los sitios, sino también a la comunidad local y a las redes de personas interesadas en mejorar la gestión del patrimonio».
La devolución judicial del Tesoro de Sijena ―vendido ilegalmente― debiera servir de modelo para una reclamación judicial de un tesoro riojano del que jamás hubo venta, ni renuncia y ha sido reclamado desde el mismo momento de su expolio, tal como he explicado recurrentemente desde hace años.
Logroño, 12 de abril de 2024
Ya es hora q Madrid las devuelva, si se las pudieron llevar no hay motivo para que vuelvan
ResponderEliminarPara que no vuelvan quería decir
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