El legado de Adolfo Suárez

“Habla, pueblo, habla, habla sin temor,
no dejes que nadie apague tu voz”1

Adolfo Suárez ha vivido sus últimos años en el olvido más injusto. Víctima de una terrible enfermedad, no ha sido capaz de recordar nada de lo que le ha acontecido en la vida. Familia, amigos, e incluso enemigos eran desvanecidos referentes de un  pasado que se había extraviado en algún rincón de su  entramado neurológico.

Sin embargo, la sociedad española no puede permitir que  algo parecido suceda en el acervo colectivo de nuestro país. No podemos permitir que Suárez sea un desvaído recuerdo, un vago dato en un aburrido libro de historia, que futuras generaciones no sepan ubicar.

Adolfo Suárez es, para siempre, un grande de la nación, desde el primer momento en que se hizo cargo del pilotaje de la nave democrática.  Como un Cristóbal Colón, creyó en la existencia de un “Nuevo Mundo” más allá del oscurantismo de la dictadura y puso todo su empeño en conducir las naves a buen puerto. La travesía se adivinaba procelosa, pero su carácter tenaz y seductor logró que posiciones inicialmente irreconciliables se acercaran para sentar las bases de un nuevo estado.

"Hay que conseguir que el pueblo hable cuanto antes" manifestó al rey cuando esté le nombró Presidente de Gobierno. ¡Once meses le bastaron! Todo un alarde de ingeniería política y legal que, en tan solo once meses, tumbó cuarenta años de secuestro de la voluntad del pueblo.

Ha muerto Adolfo Suárez, un hombre imprescindible en la historia de España. Supo desmontar el estado totalitario franquista y conducirlo hacia la democracia. Su testarudez y su capacidad negociadora lograron el consenso necesario para hacerlo. 

Se cometieron errores, cierto, pero en ese momento, en sus circunstancias, tal vez no se pudo hacer mejor.

Ahora es el momento de subsanar esas deficiencias y reformar la democracia actual. Hasta el edificio de mayor calidad envejece mal, si no se realizan reformas.

El mejor modo de enaltecer la figura de Suárez pasa de manera ineludible por… recuperar el espíritu de quien sublimó la ciencia política, elevándola a la categoría de arte; pasa por refundar nuestra democracia, conduciéndola a donde él no pudo cuando —acorralado por las traiciones, imaginarias o reales— presentó su dimisión; un gesto que le honra por cuanto de inusual tiene entre la actual clase política.

Muchas gracias, Sr. Presidente. DEP.



1 Fragmento de la canción con la que se invitaba a los españoles a participar en el referendum sobre la Ley para la Reforma Política.


Durante años he solicitado al Ayuntamiento de Logroño, en la época del PP y del PSOE un espacio público dedicado a Adolfo Suárez. 
He aquí dos de ellos, los demás no los conservo:
Nuevos nombres para el callejero de Logroño
¿Qué hacemos en Logroño?

Han tenido que esperar a su muerte para hacerlo:
Rioja2: Logroño tendrá una plaza en memoria de Adolfo 

Visita la plaza  Adolfo Suárez detrás del Palacio de Justicia:






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