¡Arrodillarse jamás...!

¡Arrodillarse jamás...!

Ni ante dioses ni reyes, menos aún ante las injusticias de quienes nos gobiernan.

Ahora pretenden callar la voz del pueblo, que no haya disidencias.

La piel de lobo comienza a asomarse tras el disfraz de cordero. 

¿Demócratas? ¡Nunca lo han sido!

Comentarios