Confundir el Banco de Alimentos con un supermercado

Regina Arocha, responsable del desayuno navideño en Sanlúcar de Barrameda donde se sirvió zumo procedente del Banco de Alimentos ─por tanto donado por ciudadanos y empresas solidarias con los necesitados─ ha presentado su dimisión. Este hecho le honra parcialmente en un país en que la primera persona singular del verbo dimitir se conjuga más bien poco.

También se ha disculpado (faltaría más), y a continuación se ha quejado del “uso partidista de esta “lamentable confusión” para “atacar y desprestigiar al Partido Popular desde las filas socialistas”. Asimismo el PP de Sanlúcar ha considerado el acto como "un error y una mera confusión en la que jamás puede haber mala fe".

Que el suceso es lamentable, está claro. ¿Que haya sido una confusión... ?

Ha sido un acto voluntario, indigno y que, dicho en forma coloquial, “si cuela, cuela”. 

Cuando alguien organiza un evento, sea particular o público, sabe bien donde proveerse del género necesario. Para ello están los establecimientos alimentarios donde mediante el pago lógico le surtirán de mercancía. Acudir a una organización benéfica para ahorrarse unos euros es algo totalmente antiético, carente de moralidad y, que lo dice todo sobre la persona que pretende beneficiarse de la solidaridad de la sociedad, hurtando a los necesitados. ¿Se puede ser más ruin? No me cabe ninguna duda sobre la voluntariedad del hecho. Nadie “confunde” el banco de Alimentos con un supermercado o una empresa de cáterin.

El presidente de la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal), José Antonio Busto, ha anunciado la investigación de los hechos y ha manifestado que en los 27 años de existencia del banco jamás había sucedido una “barbaridad” como esta y que confía en que la persona del banco que facilitó esos zumos al PP reconozca su responsabilidad.

También ha rechazado la donación por el PP de 100kg de alimentos. El presidente de Fesbal ha incidido en el carácter apolítico y aconfesional de esta entidad sin ánimo de lucro: “Nosotros trabajamos con las donaciones anónimas de particulares, de empresas y de entidades pero no podemos aceptarlas de ningún partido político”. “No aceptamos regalos ni del PP ni de la Joven Guardia Roja. Quien quiera ponerse medallitas, que lo haga en su casa delante del espejo”.

Volviendo a la dirigente local del PP: al menos ha dado marcha atrás y ha dimitido, pero ello no le exime de responsabilidad ante el desvío ilegitimo de unos bienes que no le corresponden y que, por tratarse de una cantidad pequeña y de poco valor, no se considera delito.

Que lamente públicamente el uso que hace el PSOE del asunto es negar (una vez más) la esencia misma de la democracia. Un hecho como el que nos ocupa debe ser denunciado y señalado por la sociedad y los partidos políticos son parte de ella, máxime cuando la falta se comete en un acto político y partidista.

Hospital San Pedro
Logroño, a 25 de diciembre de 2013

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